El pasado 22 de diciembre se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea, el primer paquete de estándares de sostenibilidad.
El reglamento prevé que su entrada en vigor se producirá a los tres días de dicha publicación y que será aplicable desde el 1 de enero de 2024 para los ejercicios que comiencen a partir de esa fecha.
Estos estándares especifican la información que las empresas deberán divulgar sobre sostenibilidad y, entre otros, sobre sus incidencias, riesgos y oportunidades de importancia en relación con cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza, homogeneizando su forma de presentación, de acuerdo con lo indicado en los mismos.
Los estándares publicados son dos transversales (NEIS 1 y NEIS 2), cinco específicos en materia medioambiental (cambio climático, contaminación, recursos hídricos y marinos, biodiversidad y ecosistemas y uso de los recursos y economía circular -NEIS E1 a E5), cuatro en materia social (personal propio, trabajadores de la cadena de valor, colectivos afectados y consumidores y usuarios finales -NEIS S1 a S4-) y uno en materia de gobernanza, sobre conducta empresarial (NEIS G1).
Queda aún pendiente la adopción de estándares sectoriales y de verificación de la información sobre sostenibilidad, pero la publicación de este primer conjunto de NEIS debería contribuir y aportar seguridad en la preparación de la información sobre sostenibilidad a aquellas grandes empresas y grupos de empresas para las que las obligaciones de la Directiva CSRD resultan exigibles a partir de 2024. Actualmente, continúa la tramitación del Anteproyecto de ley por la que se transpondrá la Directiva CSRD en España.
El marco normativo para el reporting sobre sostenibilidad es ya una realidad.
Las empresas incluidas en su alcance deben prepararse ahora para impulsar sus informes de sostenibilidad, una vez que la Comisión Europea (CE) ha dado luz verde al texto final de su primer conjunto de doce Estándares Europeos de Informes de Sostenibilidad (ESRS).
Para las primeras empresas que ya tienen esta obligación, se requerirá información a partir del período que comienza el 1 de enero de 2024 y deberán evaluar los temas sobre los que informar utilizando el concepto de doble materialidad, que requiere información que sea material desde una perspectiva financiera o desde una perspectiva de impacto. También deberán incluir información de su cadena de valor.
Existen diferencias importantes respecto a otros marcos internacionales, por lo que, las empresas deben prepararse para afrontar los retos que supone y por otro lado valorar también las oportunidades que se presentan.