Los fabricantes e importadores de envases plásticos no reutilizables hacen frente a un año complejo con la entrada en vigor del impuesto especial a estos productos

Adaptarse a novedades legislativas no suele ser tarea fácil para las empresas, por eso desde ANAIP estamos centrando nuestros esfuerzos de este comienzo de 2023 en apoyar a nuestros asociados en la implantación del impuesto a los envases plásticos no reutilizables, un impuesto que grava con 45 céntimos cada kilo de plástico virgen utilizado para la fabricación de este tipo de envases.

Después de una intensa campaña de petición de retraso del impuesto hasta enero de 2024 que ha unido a diversas organizaciones de distintos sectores −la cadena de valor de los plásticos, la alimentación, la agricultura, las bebidas, la perfumería y la cosmética, la automoción o la distribución, entre otros− el 28 de diciembre, y a solo tres días de su entrada en vigor, se publicó la orden ministerial por la que se aprueba el modelo 592 “Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables” Autoliquidación y el modelo A22 de solicitud de devolución.

envasesLas empresas fabricantes de envases no reutilizables tiene que adaptarse a este nuevo tributo, pero no solo les afecta a ellas, afecta de forma directa o indirecta a todos los sectores que utilizan algún tipo de envase y embalaje de plástico, y también lo notarán los consumidores. De hecho, ya hay sectores que alertan de que el impuesto va a diluir la rebaja del IVA de algunos alimentos básicos que se vendan envasados. Es el caso de los olivareros.  Según recoge la COPE, el aceite de oliva es más “oro líquido que nunca”. Este sector ya ha alertado de que los precios continuarán altos a pesar de que el IVA de este producto ha pasado del 10 al 5%.

Desde ANAIP llevamos meses ayudando a nuestras empresas asociadas a adaptarse a la aplicación de este impuesto, tanto a entender su funcionamiento y aplicarlo correctamente, como a detectar y justificar los casos de exención; a promover el uso de plásticos reciclados y a promover los envases reutilizables de plásticos. Para ello pusimos en marcha un servicio de apoyo jurídico junto con el despacho de abogados Ceca Magán en el que hemos resuelto las dudas enviadas por nuestros asociados, además de trabajar en la normalización dentro del Comité de plásticos, elaborando normas UNE para establecer requisitos que deben cumplir ciertos envases para que sean reutilizables.

En este año, desde ANAIP seguiremos acompañando y ayudando a las empresas con el conocimiento adquirido y ofreciendo a las autoridades nuestro conocimiento del sector y experiencia para tratar de resolver de forma lógica las incertidumbres que hay y las incongruencias que rodean el impuesto y su aplicación. Ángela Osma, directora de sostenibilidad de ANAIP y Cristina Galán, responsable del Grupo Sectorial de Sostenibilidad de Envases, ambas expertas en el nuevo impuesto y que trabajan en comunicación constante con el Ministerio de Hacienda en esta materia, son las dos personas de la asociación que lideran esta tarea de consulta y acompañamiento. Fruto de su intenso trabajo es también el documento de preguntas y respuestas sobre este impuesto en el que recogen las dudas y los casos más específicos de las empresas y que está a disposición de los asociados de ANAIP.

También trabajamos estrechamente con AENOR en el desarrollo y divulgación de las llamadas certificaciones circulares, como las de trazabilidad y contenido de plástico reciclado. Estas certificaciones son herramientas fundamentales para justificar el uso de plásticos reciclados en la fabricación de envases, que está exento del pago del impuesto. Entre las acciones de divulgación de estas certificaciones está su presentación en diversos webinars organizados de forma conjunta con AENOR para resolver dudas de los transformadores. 

Tanto este impuesto como la aplicación del Real Decreto de envases y residuos de envases tienen como objetivo cambiar los hábitos de consumo y potenciar las soluciones de envasado reutilizables. Desde la industria apoyamos las políticas que favorezcan la economía circular, pero nos parece fundamental que todas las alternativas de envasado, sobre todo cuando se trata de alimentos y bebidas, cumplan con los más altos estándares de calidad y seguridad nacionales e internacionales (como ya cumplen los plásticos) para garantizar la protección de la salud de los consumidores.